A lo largo de estos años, desde Ms. Barrons hemos trabajado como soporte de multitud de departamentos de comunicación, integrándonos en empresas nacionales e internacionales. Uno de los servicios que más nos suelen solicitar (además de cartelería, flyers y newsletters) es el diseño y adaptación de presentaciones corporativas.
Tanto para ayudar a nuestros clientes, como para mejorar nuestro proceso creativo, hemos recopilado unos cuantos consejos que esperamos que te ayuden a diseñar mejor tu presentación corporativa.
Adáptate a tu público objetivo
Uno de los problemas con los que nos solemos encontrar al enfrentarnos a una presentación corporativa, es el hecho de que muchas empresas quieren explicar muy claro cómo es su producto y cómo se crea, por lo que tienden a realizar presentaciones muy técnicas y complejas, teniendo el efecto contrario.
Intentar explicarlo está bien, pero debemos tener en cuenta que, de la misma forma que no hablamos igual con nuestros amigos en un bar que con nuestro jefe en la oficina, debemos adaptar nuestra presentación según sea nuestro público objetivo. Por ejemplo, frente a posibles inversores nos decantaremos por visuales y textos más serios y sosegados, mientras que presentaciones de captación de clientes utilizaremos visuales más potentes y dinámicos.
No hace falta contarlo todo
Este es otro de los problemas más comunes con los que nos encontramos. Muchas veces tendemos a sobrexplicar y a incluir demasiado texto en nuestras presentaciones, por lo que acabamos diseñando unas diapositivas recargadas y pesadas. Por ello lo recomendables es que la presentación solo sea un apoyo visual a nuestro discurso (y no una repetición literal), por eso siempre intentamos reducir las diapositivas a ideas clave. Si la presentación no va a compañada de un discurso, lo ideal es centrarse en los mensajes clave y esquemáticos. Usar varias diapositivas con espacios será siempre mejor, que incluirlo todo en una, haciéndola pesada de leer y visualizar para el usuario.
Una imagen vale más que mil palabras
Nuestro cerebro esta “programado” para asimilar y almacenar más fácilmente cualquier imagen antes que el texto. Es por ello que siempre has de intentar crear diapositivas lo más visualmente potentes que puedas.
Repite, repite y repite
La repetición es una de las técnicas básicas de Neuromarketing, y se basa en el placer que recibe nuestro cerebro a seguir patrones ya conocidos. Nos podemos aprovechar de ello, manteniendo estructuras que se repitan a lo largo de la presentación, repitiendo imágenes visualmente similares, gamas de colores y resaltando las mismas ideas clave.
Jerarquiza tu diseño
Como ya hemos comentado, hemos de evitar que nuestras diapositivas estén demasiado cargadas de textos e imágenes, pero no sólo eso, también debemos jerarquizar nuestra composición, jugando con los tamaños y pesos de la tipografía, con colores y formas, para poder guiar el ojo del cliente y facilitar la lectura.
Y no olvides esta norma básica si todo está en negrita (o mayúsculas, subrayado, cursiva…etc) nada estará destacado.
Usa una misma paleta de colores
Parece una obviedad, pero muchas veces perdemos el foco, especialmente si nos encontramos con gráficas y tablas de Excel. Intenta restringirte a los colores corporativos de tu marca y usa sus variaciones de gama para resaltar ciertos contenidos. De esta manera homogenizaremos nuestra presentación con los distintos productos de nuestra empresa y armonizaremos las distintas diapositivas entre sí.